En la madrugada del domingo varias versiones surgieron en relación a lo que había ocurrido durante el recital del Indio Solari en Olavarría.
“¡Farsa, farsa, farsa!”, estaría gritando Rodolfo Walsh en un intento de definir al periodismo de hoy, al cual es difícil llamarlo así ya que no es libre. Dejó de ser un oficio para pasar a ser un servicio de quienes lo contratan y con la cobertura del Indio se expuso esta realidad.
“La agencia que debió ser el canal de la certeza y la responsabilidad alimentó el desconcierto”, comunicó la Comisión Interna de Telám, la agencia del Estado. Los trabajadores salieron a defender su reputación luego de la falta de estructura comunicacional que el propio gobierno nacional recortó. Esta agencia no mandó a ningún acreditado a un evento popular y masivo en el que se sabía que iban a asistir más de 200 mil personas, pero no le importó. Hicieron un ajuste dentro de la empresa en la que no se paga más los viajes que sean fuera de la ciudad de Buenos Aires, como así también se dio de baja a mucho personal que trabajaba de noche porque le debían pagar –por ley- más dinero por el horario. En conclusión: quienes tienen la responsabilidad de informar solo irán al lugar de los hechos si ocurre en la Capital, el resto no importa, y debe ser dentro del horario laboral, porque tampoco se extienden en pagar las horas extras (y esto sucede en el mismo mes en el que el Gobierno aumentó su presupuesto en propaganda).
Durante la madrugada del domingo, Télam publicó información errónea sin capacidad de chequeo, ya que no estaban en el lugar. Comenzaron comunicando que habían sido siete los muertos, cuando hasta ahora fueron solo dos. Y en la nota publicada adjuntaron un tweet de un “Santi” que la usaron como fuente de confirmación de los datos.
A esta agencia, que responde al Presidente de la Nación, Mauricio Macri, solo le importó informar con un bajo nivel de profesionalismo y responsabilidad. O, quizás, con mala intención para perjudicar al Indio Solari, quien una semana antes firmó una solicitada en contra de las políticas neoliberales del PRO.
Pero no fue el único medio, ya que Infobae, a pesar de que era uno de los únicos dos medios que estuvieron presentes en Olavarría, informó en sus redes sociales: “Hubo al menos diez muertos tras el recital”. Su periodista acreditado, realizó una crónica –la primera que se hizo viral- en la que detalló y describió la falta de seguridad y los pasos que realizó para ingresar al recital.
Por su parte, el otro medio acreditado fue La Nación. La web de este diario tuvo varias horas en su portada un anuncio –y posteriormente su resumen- de la nota de Mauricio Macri en el programa La Cornisa, que comenzó 20:30 horas del domingo. Sin información todavía chequeada, el presidente salió grabado, argumentando que “cuando se pasan los límites pasan estas cosas”. La reacción de varios periodistas fue de asombro, por la velocidad con la que el presidente salió a dar su opinión sobre este suceso, mientras que en AGR Clarín siguen esperando una respuesta.
Por otro lado, la Revista Anfibia realizó su ya característico análisis de lo sucedido de una forma más desarrollada, punto por punto, en el que planteó la falta de profesionalismo del periodismo, los hechos, los factores políticos, las obligaciones y las responsabilidades.
Mientras que Cosecha Roja culpó de una forma indirecta al Indio sobre lo que sucedió. “La posición del que maneja, del que mueve, del que está encima es manipuladora: te hago desear, te voy calentando un poquito, doy una entrevista, hago un video, y te convoco. Cuando quiero, donde quiero”, así arranca la nota.
“Para el Indio, es un momento de quiebre, capaz que hasta acá llegó”, afirmó en su programa Mario Pergolini, quien tiene una relación muy cercana con el artista. En el final concluyó: “La música no mata”.
*Nota publicada El Equipo