Este es un diario de viaje que se fue escribiendo durante los 33 días que duró mi experiencia mundialista, que recoge la historia de Rusia, la vida en sí y la noticia de la Copa del Mundo


Día 23: Kiev (Ucrania)

La Copa del Mundo de 1986 en Kiev se vivió con miedo. Expectantes y con un viento que simuló ser aquel Maradona frente a los Ingleses, bailando entre los edificios monumentales, pero sobre todo llevándose la radiación que emanaba en Chernobyl, que se encuentra a 130 km de la capital Ucraniana.

Durante nueve días estuvo encendida una de las torres, emanando radiación a partir de una falla técnica y operacional que se destapó el 26 de abril. Cuando se pudo controlar, los estudios determinaron que superó la cantidad de radiación de la bomba de Hiroshima.

Hoy, a 32 años de ese desastre humano, es un atractivo turístico y se ven promociones por toda la ciudad.

Lo que más me preocupa no es la radiación que podría encontrar cuando vaya a visitarla, sino que no veo en esta ciudad ningún cartel, ni banderas, ni publicidad relacionada con el Mundial. Tal vez es consecuencia de la no clasificación de Ucrania, aunque estuvieron muy cerca: terminaron terceros, detrás de los dos clasificados (Islandia y Croacia).

Lo que sí, veo los resabios de la final de la Champions League que acá se disputó, pero nada sobre la copa actual. Y los entiendo un poco, la adrenalina baja cuando tu selección no compite por una nueva estrella.

Es complicado entenderse con los ucranianos, pero estoy esperanzado de que el partido Uruguay-Francia lo transmitirán. Estoy esperando que ese viento milagroso traiga la señal.