Si bien se cree que es un mito, la Comunidad Paineo continúa prediciendo cómo estará el año en base a los primeros doce días de enero. Conocé esta práctica.

El pueblo mapuche desarrolló un amplio conocimiento de la astrología y la astronomía, a partir de la observación. Si bien hay muchos mitos y leyendas sobre algunas prácticas, la Comunidad Paineo continúa prediciendo el tiempo a partir del estudio de los primeros doce días del año.

Pedro Pérez es docente de esta comunidad que se encuentra en el paraje Caichihue, a 90 kilómetros de Zapala, y evacuó las dudas sobre esta práctica. No solo explicó cómo realizan este pronóstico, sino que adelantó cómo finalizará el verano y como vendrán las siguientes estaciones, en medio de una semana en la que dos tormentas sacudieron a varias localidades de la provincia.

Para poder comprender la práctica, hay que ir por partes. Los mapuches no dejan mucho lugar a la lógica, sino más bien aprendieron a observar y a leer a la naturaleza. Desde ese lugar, mantienen la tradición de estudiar y llevar un registro de los fenómenos que acontecen en los primeros 12 días del año. Es decir, toman nota del 1 al 12 de enero y a partir de esa docena de jornadas pueden determinar cómo estará el clima los siguientes doce meses.

¿Cómo lo hacen? A partir de la observación. Entre los detalles que resaltan, la salida del sol y de la luna de esos doce días es trascendental para determinar la duración de las estaciones. “Nosotros vemos si la luna da un paso adelante o un paso atrás. En esos pequeños detalles vemos si el invierno llega antes o no. Es decir, si el día se acorta y la noche se alarga en días particulares, representa que habrá un invierno largo o corto, dependiendo el caso”, agregó.

Además, observan el viento y el movimiento de las plantas.“Nosotros tenemos las plantaciones ubicadas en sentido norte-sur, y son señales. Depende qué día sopla el viento y en qué dirección, podemos determinar si habrá tormenta o si habrá fuertes ráfagas. Por ejemplo, este año veíamos que había una estación en la que hubo viento y nos dimos cuenta que hubo árboles que se arquearon del lado del norte y nos da el parámetro que vamos a tener mucha nieve. Es que la planta no nos miente. Después, también, usamos la señal de los pájaros, principalmente de la calandria, de qué lado ponen la boca y llaman. Para nosotros, son todas señales”, expuso.

Según los estudios que realizaron los primeros doce días del 2022, Pedro aseguró: “Tras la tormenta, vamos a tener verano en un par de días más. Eso lo identificamos porque el brillo de la estrella que rodeaba el sol se fue apagando antes de las 4 de la tarde del día 2 de enero. Ahora, vamos a empezar a tener estaciones muy frías, ya arranca la época de invierno cuando nos falta terminar el verano”.

Por su parte, dijo que el frío se iba a anticipar porque observó que “el sol empezaba a anunciar la puesta del sol”. “Y también encontramos que vamos a tener un invierno muy frío, con mucha nieve y en la época final de invierno habrá más frío, y será seco y sin lluvias. Y va a ser un problema porque los espejos del agua no van a tener caudal”, expuso.

Si esto ocurre, será un verdadero problema por la situación hídrica que atraviesa la provincia en donde el agua es un recurso que muchos crianceros padecen en varias partes del año. “Hablé con mi familia, más precisamente con mi abuela y madre, y dicen que desde el 2000 en adelante iba a cambiar la profundidad del agua y de cómo se iban a ver. Iban a empezar a bajar los ríos y los lagos y se iban a empezar a trasladar, y es lo que está pasando”, lamentó.

Más allá de este pronóstico, Pedro le da una explicación mapuche a la cantidad de días que presagiarán el tiempo. Es decir, por qué doce y no otro período. “Para nosotros el 12 es un número importante porque es un número par. Hablamos de par permanente porque en nuestro pueblo siempre hacemos todo de a par. No podemos dejar nada al impar. Es decir, si yo participo en un ruego mapuche en cualquier parte tengo que completar el par. Si fui este año, tengo que ir el próximo. Sí o sí. Y las estaciones son iguales: tiene cuatro etapas, como la vida. Es decir: tenemos el inicio de la vida; el transcurso del desarrollo; la etapa de adulto y mayor de edad; y la última que es cuando nos vamos de este mundo. Todo es de a par”, argumentó.

Bajo esa cosmovisión, también podría -por ejemplo- contarse los primeros diez días del año, pero Pedro explicó: “La importancia del par es tan importante, que el número también debe terminar en par. Y nosotros el 0 no lo usamos porque creemos que es la base del círculo que deberíamos haber usado todos y no se usa. Nosotros comenzamos a contar del 1. Más allá de este caso puntual, el doce tiene que ver con el conocimiento de la dama. La niña pasa a ser señorita a los 12 años por el tiempo de menstruación que empieza a tener. Nosotros, los varones, somos similares porque empezamos a cambiar nuestro tono de voz y demás aspectos físicos. Además, de los cambios espirituales”.

Qué días corresponden a cada estación

De los doce días que toman, los primeros cuatro se observa el invierno, los siguientes cuatro es el otoño y los últimos cuatro son primavera/verano. “Se toma dos estaciones en cuatro días porque es cuando la tierra entra en un período de descanso, como los seres humanos, que en verano es cuando solemos tomarnos vacaciones o querer ir a otro lugar. Además, durante este período es que empieza a prepararse la tierra y a dar los primeros frutos”, describió.

Bajo esta cosmovisión y la observación que llevaron a cabo en la Comunidad, el pronóstico para las siguientes estaciones será:

Otoño: Épocas muy frías y un poco de humedad. Hay un cambio que va a variar donde tenemos que empezar a agarrar el abrigo. Tener en cuenta el cuidado y será un invierno bastante húmedo y frío. “Vamos a tener más nieve que en el invierno del 2021. En los doce días que le tocaba otoño e invierno, vimos que había nevadas fuertes. Vamos a tener días variables de vientos y de calor”, aseguró.

Invierno: Habrá un invierno muy frío, con mucha nieve y en la época final de invierno habrá más frío y será seco y sin lluvias. “Y va a ser un problema porque los espejos del agua no van a tener caudal”, repitió.

Primavera y verano: “Esperamos un verano bastante lindo y vamos a tener bastante humedad en el invierno. Habrá pastura y se irá más tarde que en otra época. La primavera va a brotar mucho más. Y este año la araucaria va a dar más frutos que el año que viene”, predijo.

Si bien muchos catalogan esta práctica como un mito, varias comunidades mapuches siguen aplicando este método de observación para preparar lo que será el año. El tiempo es importante para la producción y esta forma ancestral, con poca tecnología, es efectiva para ellos.