Este es un diario de viaje que se fue escribiendo durante los 33 días que duró mi experiencia mundialista, que recoge la historia de Rusia, la vida en sí y la noticia de la Copa del Mundo
Día 28: Riga (Letonia)
Las películas dibujaron desde chico un ranking y un prototipo de cómo debería ser la universidad a la que iría. Pasillos largos, campus gigante y, por sobre todo, lockers. Esto último no entiendo por qué lo quería tanto, y creo que fue la necesidad de tener lo que creía que no podía conseguir. Y tal vez ahí está el combustible del sueño.
A veces, imaginamos situaciones que anhelamos y no sabemos por qué. Maradona nació en una villa y jamás se imaginó ser maestro en Oxford. Pero lo consiguió del oficio que más sabe, después del de jugar al fútbol: soñar.
Treinta y cinco años después de nacer y nueve después de eliminar a Inglaterra de México 1986, Maradona estaba parado en un auditorio de Oxford mientras coreaban su nombre. Lo habían designado “Maestro Inspirador de los Estudiantes”, y, un poco emocionado, se puso a hacer jueguitos con una pelota de golf. Estaba haciendo lo que pocos hacen arriba de un escenario, ser sincero.
Anoche, Samuel Umtiti debió haber convertido uno de sus mayores sueños. Metió el gol que le da el pase a Francia a otra final de la Copa del Mundo. Si bien nació en la capital de Camerún en 1993, las oportunidades para él no estaban en el país africano y a los dos años se fue a vivir a Lyon, Francia, en donde obtuvo la doble nacionalidad.
En 1995, mientras Maradona estaba inspirando en una universidad de Inglaterra, la familia Umtiti estaba buscando calidad de vida. Dos momentos, uno de partida y otro realización.
Por la cabeza de Umtiti, ahora, deben estar pasando muchos momentos, pero hay uno que se debe estar construyendo desde que fue citado a esta Copa del Mundo y se fue intensificando partido tras partido. En su retina se está creando una imagen parecida a la de Alemania 2006, pero con el final de Francia 1998 y con él en la cancha. Seguro que no pudo dormir, porque ya está soñando hace tiempo.
