Pristina, Kosovo. Casada con el prejuicio y orquestada por los medios de comunicación, Kosovo rompió con todo lo que pensé. Imaginé su capital, Pristina, en estado de construcción. Un lugar que prejuzgue que iba a tener hambre, pero tiene empresas. Que iba a tener armas, pero tiene fútbol. Que iba a ser autóctono, pero es una sede de los Estados Unidos.
Es curioso y difícil a la vez comprender que los kosovares estén tan agradecidos con Estados Unidos, pero es -en parte- entendible. Los misiles puestos por la OTAN hicieron que Serbia dejará de atacar a una de sus provincias (Kosovo) y que en este estado independiente se levante una estatua de Bill Clinton y muchos padres de esa generación le pongan Klinton a sus hijos.
La esquina de la avenida Clinton y la calle Georg Bush, es un claro ejemplo de agradecimiento: “Ellos nos liberaron”, afirmó en inglés un vendedor que alardeaba su foto en Facebook sacada en el verano pasado cuando pudo ir a los Estados Unidos.
Resumen
Al romperse los últimos vestigios de la Yugoslavia, Kosovo uno de las provincias del país que ya no existe, decide separarse. La respuesta nace a partir de que los albaneses se habían radicado allí durante la Yugoslavia prospera y al empezar a resquebrajarse decide sumarte a la luces de independencia. Desde la capital Yugoslavia (actual capital de Serbia) comenzaron las presiones militares y armamentista para que esa división no ocurra.
Esta situación fue percibida por Estados Unidos, queriendo obtener ese lugar geopolítico y declaró junto con la OTAN el bombardeo a Belgrado. Esta intervención hizo posible el cese de conflicto armado y la posterior independencia de Kosovo.
Contaminado
Si bien Estados Unidos fue uno de los que ayudó a la independencia de Kosovo que logró declararse el 17 de febrero del 2008, también es el artífice de la vestimenta de su capital. Tapada por publicidades, solo se resaltan las mezquitas detrás de los grandes carteles de empresas ligadas al capitalismos. La iglesia ortodoxa juega a las escondidas entre las reclamaciones serbias y la política de Kosovo.
La rivalidad está tan presente que no podes ingresar a Serbia por Kosovo y ninguna bandera ni representación de la ex Yugoslavia está presente. Pero, las telas que se apoderan del cielo es la bandera de Albania, roja y el águila bicéfala en negro, con la esperanza de algunos y en un futuro lograr la Gran Albania. Esto se concretaría si Kosovo transaría con Tirana y lograrían hacer un gran país. Creo que a Estados Unidos le gustaría, pero no sé si Albania accedería. La única realidad es que siempre van a estar metiendo la mano y contaminado bajo el nombre de la paz.