Este es un diario de viaje que se fue escribiendo durante los 33 días que duró mi experiencia mundialista, que recoge la historia de Rusia, la vida en sí y la noticia de la Copa del Mundo


Día 21: Moscú

En esta Copa del Mundo “pasaron cosas” que no habían sucedido antes. La primera fue la eliminación de Alemania en grupos y la segunda la clasificación de un equipo por Fair Play.

Este concepto se le otorgó a Japón a partir de que quede con igualada de puntos y goles con Senegal, pero por tener menos tarjetas avanzó a los octavos de final.

Pero, entonces, si damos un premio al juego limpio, deberíamos darle un premio al juego sucio, para darle una entidad y un significado mayor, ¿no?

Los agentes que interfieren dentro del Mundial son muchos. Pero como en la vida y en la concepción de la realidad, los medios de comunicación juegan el rol más importante y tal vez que un medio se llevará este premio.

Ayer, leí una nota que arrancaba así: “Angelical para algunos. Diabólica para otros. Atractiva para la mayoría. Con una mirada perturbadora y difícil de interpretar, Nahir Galarza…”, y seguía desarrollando la noticia de una joven que mató a su novio y fue condenado en tiempo récord. Bien para la justicia que parece que le tocó un Juez competente y rápido, difícil de encontrar en el mundo judicial de hoy.

Si bien, su condena, según la ley que nos rige, es ejemplar, no hay Justicia posible. Esto no es Justicia. Todavía no sé bien qué significa ese término, pero creo que mientras haya cientos de violadores y femicidas en libertad, por abusar física o psicológicamente a partir de la fuerza o de su poder como cura o adulto, la ley solo será la justificación del silencio para una sociedad que busca día a día la tranquilidad de su conciencia.

La nota de ayer, difiere mucho de la que publicó el mismo medio (Clarín) el 27 de diciembre del 2017 en donde no se mete con el atractivo físico del violador Claudio Valente ni critica las cinco violaciones que hizo a partir de amenazarlas, subirlas a su auto, doparlas y luego violarlas. Por este hecho, Valente tardó 44 meses en recibir su condena, mientras que Nahir Galarza solo seis.

La diferencia de la cobertura periodística o del juicio son abismales, pero en época de mundial, la final por el premio del juego sucio de defina entre Clarín y la Justicia argentina. Para vos, ¿quién debería ganarla?