Este es un diario de viaje que se fue escribiendo durante los 33 días que duró mi experiencia mundialista, que recoge la historia de Rusia, la vida en sí y la noticia de la Copa del Mundo
Día 5: San Petersburgo
¿Qué pasaría si suponemos que la Torre de Babel existió realmente? ¿Qué pasaría si la destruimos y pensáramos un mundo sin aquel comienzo? ¿Hablaríamos todos la misma lengua? ¿O hubiésemos creado otros mecanismos para subagruparnos? ¿Podría haber un lenguaje universal? ¿Acaso el inglés oficia como tal? ¿O solo por ser la lengua de la capital del sistema lo parece?
Entonces, ¿por qué en Rusia casi nadie habla inglés y tienen las empresas exponentes del capitalismo? ¿No será que los números se han apropiado de los únicos objetivos que tenemos? ¿No será que detrás de cada palabra se esconde un monto aproximado de dinero? ¿No será el fútbol una actuación de un lenguaje universal, orquestado por dólares o euros?
¿Creen que sería posible establecer una lengua madre sin intereses de división? ¿Podrá ser posible pensar en la independencia catalana sin el idioma catalán? ¿Podrá ser posible no tener que especificar cuantos idiomas hablàs en el currículum vitae? ¿O pensar el fútbol como una expresión de la sociedad sin dinero por detrás, siendo simplemente amateur? ¿Podremos imaginar a los africanos que hablan francés respetarlos al igual que a cualquier adinerado ciudadano de Paris?
¿Nos animaremos a crear un diccionario sin divisiones? ¿Podremos crear un diccionario sin divisiones? ¿Será posible hacerlo en un sistema donde prima la desigualdad? ¿No hay esperanzas? ¿Qué podemos hacer? ¿Creen que sería más fácil que exista aquella Torre de Babel y dejar de preguntar tanto? Ojalá podamos responder tan fácil y concreto estas 22 incógnitas, cómo si les preguntara: ¿Cómo salió ayer Alemania-México?