Este es un diario de viaje que se fue escribiendo durante los 33 días que duró mi experiencia mundialista, que recoge la historia de Rusia, la vida en sí y la noticia de la Copa del Mundo


Día 16: Kazán

Los tres años enfrentó el hambre dolorosa. Aquella que busca comida donde no la hay, en medio de la Gran Guerra Patria y estuvo a punto de morir.

Este enfrentamiento armado durante la Segunda Guerra Mundial tuvo como oponente político y bélico a Alemania, pero como rival directo el hambre y la esperanza de vida. El pueblo sufrió y fue el comienzo de la vida de Ildar Khanov.

Según contó, conoció a Jesús y fue quien lo sacó de la muerte, mostrándole el cielo y el infierno. De ahí, empezó su inspiración por el arte.

Durante cuatro décadas, realizó más de 70 esculturas y piezas decorativas, y cientos de pinturas. Pero por las calles que atraviesa esta ciudad, es recordado por haber empezado la construcción del “Templo de todas las religiones”.

Un centro que inició a construirse en 1992 con la idea de que tenga las 16 cúpulas para cada una de las religiones más populares del mundo.

Actualmente, desde afuera y en las alturas se pueden ver una cruz cristiana, la media luna musulmana, la estrella David y la cúpula china, pero le falta una simbología que actualmente copó momentáneamente la ciudad.

Seguramente, Ildar khanov solo conoció a Jesús, pero no a Dios. Esa es la respuesta más próxima que tengo.

Porque sino no sé explicaría por qué no contempla una cúpula aquella religión que no tiene ateos. Desde Latinoamérica, se resumió al fútbol como una expresión fiel, como un Dios a seguir, en donde un hombre podrá cambiar de trabajo, de casa, de partido político, pero jamás podrá cambiar de equipo de fútbol.

Ya lo explicó Galeano, ya lo escribió Sacheri y otras gargantas y manos latinoamericanas. Ahora, llegará la traducción a Rusia en el salto y en el canto de un pueblo Argentino que viene a copar Kazán. Espero que eso les ayude a entender qué es el fútbol.